"Te escribo porque hoy cumple un año nuestra última tarde. Suena cursi, bobalicón hasta el exceso, lo sé. Pero en los últimos tiempos he ido perdiéndole a las palabras ese temeroso respeto que tanta admiración y burla te causaba. Además es verdad. No hay otro motivo. Te escribo porque hoy cumple un año nuestra última tarde y quiero recordarla, reordenarla, atribuirle significados ocultos a sus rastros y tratar de convertirla en una fábula jocosa, divertida, de la que puedan reírse (no sin cierto pudor) tanto quienes asistieron como confidentes de primera mano a su abrupto desenlace, como quienes padecieron sus secuelas todavía durante algunos meses (mi olvido es lento, dispensa). Una fábula de la que, por supuesto, podamos reírnos también tú y yo.
Hay una frase de Goya que en estos días ha andado rondándome la duermevela y el insomnio: el sueño de la razón produce monstruos. Se trata de una de esas fórmulas que de tan manoseadas y difundidas terminan por perder su significado original, sirviendo ya únicamente como parte del bagaje informativo mínimo de ciertos círculos sociales. Tú y yo tropezamos con ella durante la misma tarde a la que quiero referirme, tras el chop suey, el té de azahar y los besos húmedos sobre la alfombra de tu sala..."
-Sergio J. Monreal
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