Paulo Coelho (Escritor Brasileño)
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. O cerrando puertas. O cerrando capítulos. Como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Se acabó la relación? ¿La amistad terminó? Puedes pasarte mucho tiempo en tu presente "revolcándote" en los por qués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió ésto o aquello así. El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tú, yo, tus amigos, tus hijos, todos y todas estámos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. Al terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió. Y hay que dejarlo ir. No podemos ser niños eternos, ni adolecentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculados con nosotros. No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
En la vida, nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que vivir lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes a que te devuelvan, no esperes a que reconozcan, no esperes a que se den cuenta de quien eres. La vida es para adelante nunca para atrás. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de 'regresar' (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo! Si no, déjalo ir, cierra capítulos.
No olvides decirte que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque tú ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, tú ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando tu llegaste a este mundo llegaste sin ese "adhesivo", por lo tanto es 'costumbre' vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
¡Ese es el chiste de vivir! ¡Así es la Vida!
¡Ese es el chiste de vivir! ¡Así es la Vida!